Enviado: Viernes, 9 de febrero de 2001 01:44 PM
A: Mami y papi
Fucking A!!! éstas han sido las dos semanas más rápidas de mi vida. ¡Qué pronto se han ido! Y así la vida pasa. Hoy sinceramente me levanté pensando que era martes y
ya ves, ¡qué equivocado estaba!
OK. Vamos por partes. Les escribí lo que sentía, no para salir del paso. Esas son mis preguntas y se las estoy compartiendo, les estoy diciendo cómo me siento, cómo
soy, cómo voy, cómo va mi vida, cuáles son las cosas por
las cuales estoy viviendo y desviviéndome. Los cigarros: Fumo porque me gusta fumar, porque me gusta ver como el humo asciende y se pierde, porque me gusta sentirlo
en la garganta y me gusta también el olor a quemado entre los dedos. Aquí en Minnesota puedo conseguirlo muy barato, no es como en Florida donde son supermilitantes
con el aquello de no fumar. Y ya no estoy fumando tanto.
Es acaso uno en las mañanas, uno luego del almuerzo y
uno antes de acostarme, que es casi un ritual. Los que se
pegan durante el día son cuatro o cinco más, lo que hace
un total de ocho o nueve al día. Vamos a ponerle diez, lo
que hace media cajetilla. En cuanto al vino, es una copa
de un vino español que compro a 9.99 la botella. Es vino
rojo, superbueno que no puedo perder a tan buen precio.
Me tomo una copa al día, lo cual hace mucho menos de
un cuarto de botella. En total me tomo una botella a la
semana. Son dos de los gustos que me doy, aparte de
leer, escribir, hablar con los amigos de vez en cuando y pegarme una siesta los domingos por la tarde. Como pueden ver no puedo estar más sano. Ni tomo por el frío ni
tomo porque soy adicto a la bebida. Si disfruto una copa
de buen vino es porque encuentro el sabor de la tierra,
de las uvas, y así paso los malos momentos del destierro. Pienso que estoy superbien, creo que he caído entre algodones pero tengan en cuenta de que estoy solo, en
un país que no es el mío, compitiendo –sí, compitiendo–
con jóvenes que toda su vida han hablado este idioma y
que tienen diferentes costumbres y modos de ver la vida.
Fuiste tú papi el que dijiste que yo iba a empezar a pensar con el sistema inglés. No sólo he aprendido a pensar en inglés, sino que he encontrado toda una diversidad de
lenguas, de costumbres, de modos de lenguaje que me son casi imposibles de no incorporar en mi léxico. Me dicen que se preocupan, que los tiro a la basura cuando en
realidad les estoy mostrando quién soy. ¿Cuántas personas ustedes creen que tienen acceso a las preguntas y a los comentarios que les mando? Y quiero compartirlos
con ustedes. Confíen en una vision directa hacia ustedes.
Están viendo al Juanqui que es, el que dice cómo se siente, el que pregunta. Les agradezco que se preocupen y sé que es imposible pedirles que no lo hagan porque sé
que lo van a seguir haciendo. Pero siempre confíen. Yo encontré mi camino y puede que me haya equivocado al elegir pero quiero ver hasta dónde lleva, hasta dónde me
lleva. Confíen.
Papi, si algún día gano dinero suficiente, soñar no cuesta nada, te compro una casa en los acantilados irlandeses para que no tengas que preocuparte por más nada.
Ya libros tengo bastantes aunque siempre me estarás diciendo: “¡Qué horror, hijo, cómo puedes leer éstas barbaridades! Pero si quieres nuevos, nuevos te compro”. En los
acantilados irlandeses puedes ver el mar y tienes también nieve. Me hablas de la primera y sé que te fascinaría la segunda. Así que ya veremos
Por el momento y para liberar el stress, tienes el muelle real allí cerquita. Allí fui mucho yo para liberar los míos. Y conoces gentes que van a pescar y tienen un corazón
grande. Péguense mami y tú un viajecito de vez en cuando a mirar algún que otro atardecer por allí. Dios también habla en los atardeceres.
Disculpen si alguna vez no entienden lo que quiero
decirles verdaderamente. Pero confíen que es bueno, a
menos que les diga lo contrario. Me voy de vuelta al estudio. Estoy leyendo un libro de
Mircea Eliade que está como para chuparse los dedos.
¡CONFÍEN! ¡CONFÍEN!
Un beso de su hijo,
Juanqui
Muelle real de Cienfuegos donde Juanqui iba.