Epistolario

MENSAJE XIV

Enviado: Domingo, 18 de febrero de 2001 09:39 PM
A: Lorena Barbería
Casualmente (I truly love this word!) hoy hace un año
y tres meses que llegué a este país. Lo único que me traje
fue un poco de ropa, dos o tres números de teléfono, una
carta que tenía que leer supuestamente cuando estuviera
aquí (nunca lo hice), un libro de poesía Cincuenta años
de literatura cubana (el cual presté a Rodolfo y nunca me
lo ha devuelto todavía –nunca le prestes libros a escritores–) una soga que quemé hace un tiempo y 25 dólares, producto de la venta de un pantalón que usé dos veces.
Atrás se quedaron mi familia, los amigos, los espacios en los cuales solía reírme, llorar, tomar, fumar, mi país, la mayoría de mis sueños, mis libros, mi cama, mis cuadros,
mis fotos. Todo, absolutamente todo se quedó allá. Yo fui el único que vine.
Un año y tres meses luego te puedo decir que te estoy escribiendo, que tuve una conversación linda con una profesora que ha escrito libros y que le gusta mucho como
escribo, que esta mañana hablé con Santi, que me desperté en la mañana y salí afuera y todo estaba cubierto de nieve, nieve que ha ido cayendo desde octubre, nieve
que he comido, odiado, amado, odiado, amado, odiado y
amado y comido, que anoche a las cuatro de la mañana
mi roommate me habló en inglés y yo le respondí, que
anoche hablamos, que antes de hablar leí un relato en
inglés y me hizo pensar, que antes jugué nintendo (no lo repitas) que el viernes me sentí mejor de mi catarro, que ese mismo viernes me sentí mejor de mi catarro, que ese
mismo viernes fui a una fiesta de fraternidades y tomé way
too much, que antes vi una película y me quedé dormido,
que antes de quedarme dormido hablamos, que antes de
hablar hablé con Kubala. Ese mismo viernes, en una clase
de la Universidad de St. Thomas, una profesora discutía
mi cuento en una clase llena de English majors, los cuales
no conocen otro idioma, y antes de eso tuve otra clase y
antes me di una ducha… Yo hice todo esto en tres días…
Tres días que se suman a tres más y a tres más y a
tres más. Tres días que son parte de un mes, que sucedió
a otro mes, que a su vez sucedió a otro más. Meses que forman un año. Años que pasan y pasan y pasan y llamamos vida. Vida que queremos, aborrecemos, ignoramos.
Vida al fin y al cabo. Vida. Y bien, termino entonces mi breve recuento. Mañana
creo que tengo clases. Y tú bien sabes de lo que no se lee en estas líneas. El resto entonces es silencio. El resto entonces es el resto. Nada más.
El más fuerte de los abrazos,

Juanqui