Epistolario

MENSAJE XII

Enviado: Martes, 6 de febrero de 2001 02:28 PM
A: Carta a mami

Acuérdate que este semestre estoy a full load, y estoy que casi no veo con tanto estudio. Son clases superintensas y de las cuales me enriquezco como nunca. El cuarto
bien, lleno de libros que me he ido buscando y cigarros cubanos que me han mandado y mi buen vino, del cual me he hecho fanático. En las noches me pongo un poco de
ópera o buena clásica y disfruto un cigarrillo con una copa de vino mirando por la ventana. Es una vista bucólica esta que tengo, es la ciudad por un lado y los árboles y la nieve por otro. Es la ciudad cediendo espacio a la naturaleza,
una teoría que se desarrolla actualmente mucho en la literatura y el cine. El postmodernismo en su punto. Estoy tratando de desarrollar una tesis que conecte el antihéroe con la pérdida de los valores de occidente. ¿Tú crees que
después de pasarme noche tras noche tratando de pensar los problemas de la literatura, viviéndolos, voy a tener tiempo de limpiar el cuarto? Está bien así como está. Así
lo encuentro todo a tiempo. Además, recuerda que vivo solo.
Mami, yo vivo en un libro y me gusta.
¿Y tú, qué te cuentas? ¿Cómo va el niño y su enfermedad? Dile a Mary que me escriba y dile a papi que me cuente más de ese hermanamiento entre Minneapolis y Cienfuegos.
En cuanto al obispo, él no es parte de mis raíces. Es, como diría San Agustín: the necessary evil. ¿Qué cosa son las raíces? ¿Qué es ser americano o cubano o pertenecer a algún lugar definido? Cuáles son las opciones: quizás todas juntas… o ninguna de éstas. No me glorío de ser desordenado sino que me he acostumbrado a aceptarme desordenado y no encuentro ningún problema al respecto. Ahí va mi sello.
Anyway, get into the water or forget about the fish.
Dios ya sabe nuestra respuesta de antemano.

Un abrazo para todos,
Juanqui