Juan Francisco Pulido Martínez, nació el 14 de noviembre de 1978, en Cienfuegos.
Hijo de Carlos Manuel Pulido Collazo, director de Caritas en Cienfuegos, y diácono permanente, y de Elisa Margarita Martínez Quiñones, maestra jubilada, responsable de laicos de la diócesis.
Hijo de padres católicos, discriminados, como todos los católicos que se atrevian a manifestar pú blicamente su fe en Cristo, y que a pesar de las discriminaciones se mantenian fieles a su fe y la iglesia, heredó el compromiso con la paz y la justicia.
Como niño cubano padeció todas las carencias materiales y espirituales que sufre su pueblo. Alumno integral en la docencia, sus notas siempre fueron sobresalientes. En la primaria y la secundaria, se inclinó por las letras.
Discriminado, le negaron varios premios y el derecho a participar en el primer congreso pioneril, cuando estaba en séptimo grado, por ser católico.
En el preuniversitario, fue lamado varias veces, por el director de su escuela, para analizar sus criterios ideológicos. En el duodécimo grado se negó a pagar el aporte a la Milicia de Tropas Territoriales, por ser pacifista. Escribe para las revistas eclesiales, «Fide» y «Renacer».
Desde pequeño participa en misiones pastorales con el P. Juan Francisco Vega, catequista con más de cinco años de experiencia. Participa en eventos y talleres eclesiales, mantiene una vida comunitaria activa.
Líder de los grupos de jóvenes de los Derechos Humanos. El 10 de septiembre del 1996, es conducido por el teniente Elvio Díaz Pith, a las oficinas municipales de la Seguridad del Estado para advertirle que sus criterios y su forma de actuar es mal vista.
En octubre de ese mismo año, es llamado al servicio militar activo, obligatorio, donde estuvo hasta agosto del 1997.
En septiembre de 1997, se incorpora a la Universidad de Cienfuegos, se destaca por sus co-nocimientos humanistas. No asiste a las urnas, en las elecciones de noviembre de 1997. Se niega a pertenecer al batallón de milicias universitarias. Es separado de sus estudios, el 28 de enero del 98, por las máximas autoridades universitarias por no ser activista de la política del Partido Comunista de Cuba.
Obtiene dos premios literarios en el 23 certamen de taller literario, en poesía y cuento. El 12 de mayo del 98, es separado por tiempo indefinido de la educación superior cubana, por haber mantenido una actitud contraria al proceso revolucionario, según la resolución ministerial 8992.
Teresa Platero. Publicado en la Revista Cartas de Cuba, pp. 28-29.