02 Marzo 2001
Queridísima familia Pulido,
Antes que todo, queremos darles nuestro pésame más profundo a la familia y a los amigos de Juanqui.
Ana y yo somos amigas de Juanqui. A pesar de que en comparación con ustedes le conocíamos poco, nos consideramos privilegiadas tenerlo como amigo y lo queremos muchísimo. Cada persona tiene su historia de cómo llegó a conocerle a Juanqui, pero todos notaban la luz intense que brillaba dentro de él. Una luz así refleja la familia íntima que tenía. Nos da pena no conocerles a ustedes porque Juanqui siempre hablaba con mucho cariño y amor de su familia. Les tenía a ustedes en su corazón en cada momento.
Habría sido imposible conocer a Juanqui sin saber que él era Cubano. Tenía mucho orgullo de su pueblo y de su Patria. Para su cumpleaños nos llevó a un restaurante Cubano para que viéramos la belleza y supiéramos el saber de su Cuba. Aunque echaba de menos a Cuba, Juanqui consiguió conquistar la amistad de todos. El tenía su manera “Juanqui” y nos mostró la fuerza de su carácter y creencias. Durante este año Ana y yo gozamos mucho conocer sus talentos impresionantes, su aprecio de la gente, su locura y su simpatía. Pero al mismo tiempo confiaba en nosotros, y sabemos que sufría mucho por dentro. Ahora nos consuela que ya haya encontrado paz con Dios.
Los mantenemos a Juanqui y a Ustedes en nuestros pensamientos y oraciones, y también en nuestros corazones. Juanqui ocupa un lugar muy importante en nuestras almas y por haber compartido unos momentos estraordinarios en este mudno.
Con todo nuestro cariño,
Laura y Ann
Universidad de Santo Tomás.