Este conjunto de fotos nos revela el itinerario infantil de Juanqui. Su mamá en sus memorias nos dice: “Cuando nació, el médico pediatra, al comprobar sus reflejos dijo: “¡Coño, qué clase de niño tan perfecto!” Ya sus dos hermanos y mis dos sobrinos eran grandes, por lo que fue mimado por todos. Le pusimos el nombre de Juan Francisco, para hacer patente de alguna forma a nuestro párroco de siempre, al amigo sacerdote que desde antes de casarnos estuvo siempre con nuestra familia en las buenas y en las malas todo el respeto y cariño que sentíamos hacia él”. Era un niño muy feliz, ocurrente, sabelotodo, simpático. Era un niño feliz que hacía felices a quienes estaban con él.