Hoy Juanqui nos regala una reflexión sobre la memoria y la historia, no solo leerlo en clave social o política, también y sobre todo existencial. El perdón no conlleva el olvido, todo lo contrario y es aún más loable el perdón porque recordando el mal sufrido podemos perdonar y continuar creando bondad y belleza. Difícil en situaciones límites de injusticia, de males que continúan por generaciones. Los dejo con Juanqui.
“La desmemoria es un síndrome funesto donde se pierden las raíces de nuestra historia. Pero esa historia sin perdón será un torrente de ácido que impedirá mirar al futuro con aires de progreso y fraternidad. ¿Democracia, puedo decir ahora?”