¡ES DOMINGO! El texto que Juanqui nos regala hoy desvela la fatiga existencial que experimentaba. Todos llevamos dentro nuestros propios demonios; enfrentamos situaciones difíciles que nos agotan y van destruyendo los colores de la vida. Esa fue la experiencia de Juanqui, pero de su caos interior nacía la palabra que lo liberaba y creaba poesía.
Pienso en tantas realidades de nuestro mundo que se han convertido en cárceles. Los dejo con Juanqui.
estoy tan cansado que no sé
si podría hacer algo por curarme
en realidad nada puedo hacer por mí mismo
excepto dejarme morir en este infierno,
esta mierda de espacio caótico
en el cual no puedo ni moverme.
¡NI MOVERME SIQUIERA!
SIN QUE ALGUIEN, ¡ALGUIEN!
pida cenizas de mi cuerpo
hirsuto por el tiempo que pasaré en la
otra cárcel, en la pequeña cárcel
(Ya estoy en la gran cárcel).”