Hoy no es Domingo pero hace 23 años Juanqui nos dejó. Fue un martes de Carnaval (como dirían los Españoles y como había anunciado en su libro), el día antes del Miércoles de Cenizas de 2001. Les dejo con un escrito de mi madre Elisa, Y es verdad que Juanqui nos liberó de la angustia y del odio que sentíamos, pero hubiera preferido otro camino. Los dejo con mami:
Marzo de 2001:
“Al escuchar su relato llorando amargamente al igual que Mary, mis oídos y cerebro se negaban a creer cómo la maldad de un Sistema Intrínsicamente Perverso e Ineficaz, se ensañó en lo más frágil de mi familia sólo para destruírnos, inicialmente, pero al darse cuenta con cuántos dones, Dios lo había dotado, al que tenían que asesinar era a él. Por primera vez en mi vida sentí odio en mi corazón hacia quienes lo asesinaron, a pesar de que el repetía: “Mami, he sufrido mucho, me han tratado de destruir pero no los odio porque ellos son más pobres que yo”. Al escuchar que había muerto el 27 de febrero, el odio se deshizo y yo tambien perdoné, pues ya Juanqui, por la Misericordia de ese Dios Amor es completamente libre y ya goza de la Luz Verdadera que no tiene fin. Pero es necesario y deber de justicia, narrar los hechos tal como ocurrieron, sin apasionamientos y con objetividad para que se comprenda que hay muchas formas de asesinar, y en realidad Juanqui como tantos otros cuyos nombres no conozco, pero el Señor sí, son VERDADEROS MÁRTIRES, a manos de la injusticia que de forma solapada y perversa destruye vidas sólo por el hecho de pensar y amar la libertad.”