Y seguimos con Profesión de fe para un olvidado. Creo que como Juanqui hizo deberíamos escribir la nuestra. Hoy les presento el primer verso que para mi recoge las grandes pasiones que tuvo Juanqui: sus libros y el amor, esa búsqueda de ser amado y de amar que siempre le animó. Cuando recogimos sus pertenencias era impresionante ver como hasta en las servilletas Juanqui escribia una frase, un verso… Era su manera de expresar la belleza y el dolor. Los dejo con Juanqui.
“Creo en la vida que se pierde
entre libros y papeles.
Creo, tal vez, en la utopía de un beso eterno,
quizás breve
(de unos 55 segundos más o menos)
pero eterno por el beso
por el acto en sí (dígase concreto).”